Los negocios, como muchas actividades humanas, se mueven alrededor de objetivos.
En trabajos industriales, se busca lograr resultados consistentes, repetitivos y predecibles. Los objetivos deben ser específicos y cuantificables. Se busca ser claros y ojala lo menos ambiguos posible.
En trabajos del conocimiento, donde se busca creatividad e ideas nuevas, la invitación es a manejar lo no predecible. A trabajar sin tener claros los objetivos. Abundan los inciertos, es una aventura y es exploratorio.
Como es difuso precisar donde llegar se hace necesario imaginarse un mundo así sea este igualmente difuso.
El proceso del descubrir comprende una amplificación del riesgo. Es claro que el beneficio y la rentabilidad si se acierta puede llegar a ser grande.
El “Game Storming” da un marco para la exploración, experimentación y de ensayo y error. Es un proceso donde juega la intuición, las hipótesis y los sugeridos. Tiene un punto de inicio con un inventario claro de los recursos disponibles (que se sabe, que no se sabe, miembros del grupo de trabajo y recursos) y un punto final o resultado a esperar (puede ser algo entre un prototipo, lista de ideas para ser exploradas en detalle entre otros).
El juego tiene una forma como el diagrama a continuación:
Es como hacer una buena película en tres actos. El primer acto consiste en “Abrir”. Es presentar a los “jugadores” y desarrollar los temas, ideas e informarse. Es abrir las mentes y las posibilidades. Es como un “big bang”, una explosión de ideas y de oportunidades. Se trata de ir por ideas. No es el espacio del pensamiento crítico o escéptico. La divergencia es el concepto clave.
El segundo acto “Explorar” se explora, se experimenta y se examinan los temas e ideas. Donde se busca patrones y analogías. Tratar de ver las mismas cosas de formas diferentes. Es un estado emergente; crear las condiciones para permitir la sorpresa, lo inesperado.
Y el tercer acto “Cerrar” entrega conclusiones, decisiones y planes de acción. Es el momento de ser crítico y objetivo. Priorizar, ponderar. Es el momento de converger.