Cada vez que tengo la oportunidad de hablar con el presidente de una organización sobre la percepción que tiene sobre el nivel de inclusión digital de su equipo ejecutivo abre los ojos o se rasca la cabeza, señales propias de la incomodidad con el tema.
No me refiero a si los ejecutivos manejan herramientas de oficina, correo electrónico o si tienen un móvil inteligente entre otros. Se trata de precisar que tan duchos o informados están en las tendencias de las Tecnologías de la Información (TI) y la forma como estas puedan capitalizarse para el negocio. Significa pensar y actuar en generar ingresos por medio del desarrollo de estrategias de negocios orientados a la web. Es re-imaginarse como un verdadero catalizador del desarrollo de los negocios.
Hoy día los negocios están concentrados en crecer, controlar gastos operativos y en ser vigilante de la eficiencia operativa. Por estas razones se hace necesario contar con líderes que entiendan y manejen la organización digital. Esto contrasta con las primeras tendencias que era medida básicamente por tener presencia en Internet. La nueva definición demanda trabajo desde de punta a punta; del “front office” al “back office”. Se debe repensar TI como el centro de la revolución digital. La relevancia crecerá a medida que TI logre estar más integrada en los negocios. Creo es el fin de los proyectos catalogados puros de TI. Ahora se debe hablar de proyectos de negocios que busquen resultados, generen conocimiento y se maximice la contribución digital.
Nuestro grupo de trabajo ha venido desarrollando la Ruta Digital Personalizada diseñando las dimensiones relacionadas con TI para posicionar a los grupos ejecutivos, gerentes y juntas directivas bajo el nuevo liderazgo que demanda el mundo actual.
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