Hay dos formas de generar contenido; una
es creándolo y otra es haciendo curaduría.
Voy a experimentar con un sobrino quien acaba de terminar su
semestre en la universidad a hacer curaduría como un ejercicio profesional y de
exploración de nuevas oportunidades.
La
tecnología de información y comunicaciones (TIC), ha venido evolucionando a un
ritmo desmedido, lo que ha incentivado a muchos administradores a filtrar,
organizar, precisar, y aportar un mayor valor, a todo el contenido que nos
llega por medio de éste (Internet, Plataformas Sociales). Esta nueva
oportunidad, llamados “Content Curators”, han desarrollado diversas
habilidades para buscar, agrupar, y publicar de forma continua la información
más relevante en su perímetro de especialización, y así permitir que la gran
nube de exploradores satisfaga sus curiosidades y necesidades con información
de calidad.
Así se han
logrado establecer tendencias y parámetros que categorizan cada tipo de
información, filtrando y agrupando las ideas por tipos de interés. “En un
futuro próximo, los expertos predicen que el contenido de la web se duplicará
cada 72 horas;” generando la necesidad de recolectar lo más relevante dentro de
la web.
Este término ha dado a luz a la curación de contenidos, que aunque enmarque un concepto muy básico, requiere de estudios a profundidad y alta capacidad para seleccionar la información más significativa.
La curación
de contenido no es la obtención de vínculos, artículos o páginas web y
organizarlas, sino ir más allá de una simple estructura enfocada en obtener la
información para contextualizarla ordenadamente, explicarla y presentarla a un
público que comparta un mismo tema de interés. Se debe contar con personas
indagadoras que se interesen en estar constantemente actualizados de lo que
esté sucediendo en el mundo de las tecnologías de información que actualmente
mueven más del 60% del mercado mundial. El punto de partida es la búsqueda de
la información primaria (definir temáticas, generalizar), que da paso al
proceso del entendimiento y organización (redacción, archivos, valor
adicional); por último se presenta la exposición de contenido que abarca el crédito
de recursos y el suministro de buenas herramientas para la comunidad destinada.
Suena entonces en nuestra mente la palabra “curación” como una nueva oportunidad de desarrollo y descubrimiento. Para llevarlo a cabo de una manera adecuada, Steven Rosenbaum, oficial ejecutivo de Magnify.net (video motor de curación para publicistas, marcas, páginas web), plantea cinco “tips” para una excelente curación de contenidos:
- Ser parte del contenido del ecosistema: crear, contribuir y recolectar información alrededor del tema a tratar.
- Seguir un itinerario: tratar de publicar información siguiendo un patrón o tendencia en el tiempo. Si se quiere curar tres vínculos al día, y escribir una reseña a la semana, eso es un itinerario.
- Abarcar varias plataformas: expandir la curación de contenidos por medio de redes sociales. Montar videos en YouTube, subir fotos a Pinterest, comentar en grupos de comunidades en Facebook.
- Comprometerse y participar: asegurarse de leer y comentar en lo que otros publican. De esta manera se construyen relaciones con curadores y creadores de blogs. Es importante tratar de recomendar material que amerite verdadera atención.
- Comparte. No robes: dar crédito a las publicaciones que sustentan trabajos propios. De esta manera se evita el abuso al esfuerzo de alguien más.
Lo importante de este nuevo fenómeno, es darse cuenta de que día a día el mundo se sobrecarga de información, así que cuando la gente elige escucharlo a usted, es porque usted es capaz de separar la señal del ruido.
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