Participe en una reunión de trabajo con un grupo de emprendedores jóvenes que están en la fase de llevar al mercado un servicio orientado a mejorar la experiencia del usuario con restaurantes. El modelo planteado, llegar al consumidor final con una aplicación móvil que busca facilitar la experiencia de este, y al negocio soportarlo con soluciones de software sencillas y prácticas que ayudan a la gestión.
Como muchos proyectos, saltar de la idea a la llamada realidad, consume energía, tiempo y recursos financieros. Cuando los ciclos se alargan y los resultados no se ven, los ánimos restantes son querer tirar la toalla y saltar a buscar una nueva aventura. Una de las lecciones aprendidas con el tiempo ; emprender es un decisión de vida, el camino tiene subidas y bajadas y así como trae satisfacciones también frustraciones y desilusiones. Llevar una idea al mercado y lograr tener resultados que motiven seguir trabajando, puede tomar un par de años o más. Son pocos los casos donde el tiempo ha sido más corto. Hay que aprender a manejar la incertidumbre como un rasgo permanente de todo emprendimiento. A diario toca tomar decisiones que ajustan la ruta de acción de la iniciativa. Pensar en estrategias pareciera pertenecer a una industria diferente a la del conocimiento. La estrategia es un acumulador de una serie de tácticas. La acción es el tema, moverse y no quedarse en el análisis. Hacer que pasen las cosas.
Se analizó el uso real de la herramienta para la gestión en los negocios que lo implementaron y los resultados positivos. La actividad planteada, fue evaluar si la base instalada pagaría un valor por el uso de la tecnología entregada y lo más importante cuanto les suena sensato. Con esos hallazgos, se abre una opción para monetizar sobre algo que no se tenía previsto.