Llevo alrededor de cuatro años, siendo parte de una célula de trabajo que orquesta la evolución digital de una organización líder a nivel nacional en su categoría. Hace parte de este grupo de trabajo, el emprendedor-fundador quién esta inmerso en el tema y además apoya todo el ciclo de las decisiones, acelerando de esta manera los procesos.
Siempre es más sencillo ver hacia atrás y unir los puntos que han hecho parte de los logros que hasta el momento se han obtenido, pero lo cierto es que en cada momento ha prevalecido la incertidumbre. Llegar a resultados, es el fruto de un proceso largo, pensado y sabiendo que es lo más parecido a ir quitando capas de una cebolla infinita.
La evolución digital es un proceso continuo que consiste en adoptar tecnologías emergentes para mejorar el performance de una organización y adquirir ventajas competitivas. Este proceso incluye el desarrollo de capacidades para medir, entender y hacer seguimiento de los datos, así como intentar ser una organización ambidiestra, la que explota el negocio actual y explora nuevas oportunidades. Acelerar una organización y mejorar su ecosistema, requiere esfuerzos estratégicos y cambios culturales constantes.
Llegar a entendimientos y claridades conceptuales es uno de los pasos a darse ; saber que una estrategia digital es un esfuerzo en tiempo y recursos de largo alcance. El que aún crea que la transformación digital se hace de la noche a la mañana que siga viendo películas de cine. Esos milagros no los conozco por mas que se anuncien a diario innovaciones de ideas y proyectos brillantes, que en muchos de los casos, aún les falta recorrer el camino del hacer para que se vuelvan realidades sostenibles en el tiempo. Otro punto de partida fue entender el concepto del relacionamiento y el de las transacciones. He visto cómo muchas organizaciones que han buscado implementar su Sistema de Información Corporativo (ERP), creen que logran resolver todas las realidades y necesidades de su empresa. Vaya error. Los ERPs en mí apreciación fue un cuento bien echado donde muchos pensaron era la panacea y solución a sus necesidades de información. Es cierto que las transacciones, las que suman y restan, hacen parte de las realidades de toda organización. Estos sistemas apoyan al orden de los registros, su integridad y calidad. Es una de las columnas de la ruta digital pero no la única.
La otra gran capa es la del relacionamiento, expresada en todos sus posibles sabores ; B2B, B2C, B2B2C, G2C, P2P. Es la que se encarga de buscar entrelazar y llevar traza por los diferentes canales, los "momentos" que van marcando la cadencia, el entendimiento de una relación y los hallazgos para soportar decisiones estratégicas y personalizadas. El relacionamiento, en la mayoría de los casos, termina expresándose en transacciones. El relacionamiento permite conectar procesos del ciclo del ingreso, servicios y mercadeo. Esta capa, usualmente, es pasada por alto en muchas empresas y no tienen los soportes digitales. En la medida que se ahonde en el conocimiento de cada cliente-aliado-proveedor-distribuidor entre otros, se amplifica la sinergia, capa invisible y poderosa, que busca explosionar la generación de oportunidades, es el conocimiento profundo del ecosistema.