Di una charla sobre Innovación. La verdad le invertí mis buenas horas tratando de figurar como enfocarla. Reconozco he leído varios libros, he asistido a varios centros globalmente reconocidos como innovadores, he participado de varias conferencias entre otros. Al final decidí centrar la charla, en mis propias lecciones aprendidas, en lo que realmente creo hasta el momento y en las experiencias tenidas en varios proyectos que he participado como arquitecto de soluciones y de negocios.
El hacer tiene un efecto interesante, es llevar Ideas a la Implementación (I2I). Es cuando se puede hablar de innovación. Y esos procesos toman tiempo, meses y/o años dependiendo del caso. De resto son solo ideas. Las ideas tienen valor, pero que nos quede claro, son solo ideas.
El hacer marca la diferencia. Es cuando se enfrenta uno a la realidad. En cuando se da uno cuenta que muchas de las cosas pensadas no salen ni parecidas. Es un proceso bien dinámico, cambiante y hay que tener la capacidad para adaptarse permanentemente. Por eso creemos en la incertidumbre, en la sorpresa, en la habilidad de asociar nuevos hallazgos, en leer las pequeñas tendencias del mercado y en tener la visión de hacer los cambios oportunamente y trabajar para lograr el resultado buscado.
Las sesiones de ideación, en nuestro caso, explosivas, maravillosas salen propuestas espectaculares de oportunidades innovadoras para los negocios usando Tecnologías de la Información. Siempre con esa mirada multidimensional, de un grupo interdisciplinario conformado por Hacedores (Doers) que le dan ese sabor práctico a las soluciones. Un grupo que sabe como hacer las cosas y cuenta con un conjunto de experiencias que alimentan el proceso creativo. Esta es una de las grandes diferencias.
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